Primero, el crecimiento económico mundial es insuficiente. Las fluctuaciones económicas de economías desarrolladas como Estados Unidos y Europa han aumentado, la capacidad de crecimiento potencial de las economías emergentes ha disminuido, los precios de las materias primas han fluctuado a niveles bajos y las expectativas de crecimiento económico mundial se han vuelto más pesimistas. Las principales instituciones internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) expresaron su preocupación por el crecimiento económico mundial en 2017 y bajaron sus expectativas varias veces.
El segundo es el debilitamiento del modelo de crecimiento tradicional, el nuevo motor de crecimiento aún no es fuerte, la conversión fluida de la energía cinética nueva y vieja se enfrenta a mayores desafíos y la fuerza motriz económica se encuentra en una situación de "desconexión". Al mismo tiempo, las principales economías internacionales han entrado en una sociedad que envejece en diversos grados, la tasa de crecimiento de la población se ha desacelerado y la contribución de la mano de obra tradicional al crecimiento económico ha disminuido.
En tercer lugar, la globalización económica ha experimentado altibajos, el sistema multilateral de comercio se ha visto afectado y los riesgos financieros aún no se han eliminado. Según el informe de la OMC, de octubre de 2015 a mayo de 2016, el promedio mensual de nuevas medidas de restricción comercial en las economías del Grupo de los Veinte (G20) alcanzó el nivel desde que la OMC comenzó a monitorear en 2009.
En cuarto lugar, problemas como el desarrollo excesivo de la economía virtual en los países desarrollados, la pesada carga del bienestar social y las industrias vacías son difíciles de resolver; algunas economías emergentes y países en desarrollo tienen una disminución en el crecimiento potencial y una estructura industrial única. La transformación y el mejoramiento se enfrentan a mecanismos institucionales internos y entornos de demanda externa. Y otras limitaciones.
En quinto lugar, las elecciones generales en los principales países aumentarán las variables económicas. Las elecciones presidenciales de 2016 en los Estados Unidos y Francia y Alemania marcarán el comienzo de las elecciones generales en 2017. Dado que los diferentes líderes tienen diferentes estilos y estrategias de gobernanza, cambios importantes en el campo político tendrán impactos importantes en las estrategias, sistemas y políticas económicas de países relevantes.
